FACTORES FÍSICOS
Apetito: El apetito surge del
deseo de repetición de una experiencia agradable, tiene que ver con factores
internos en el ser humano (fisiológico y psicológico), que estimulan o inhiben
el hambre.
Aceptabilidad: Podríamos
definirlo como el grado de aceptación del sabor de un alimento o producto. Esta
aceptabilidad está determinada por la apariencia del producto, el olor, sabor,
textura, temperatura y propiedades sensoriales del alimento que entra en
contacto con nuestro paladar.
Hambre: El hambre es la sensación
que indica la necesidad de alimento o ganas y necesidad de comer.
Fisiológicamente el hambre está producida por los grandes estímulos que ejercen
ciertas sustancias sobre nuestro cerebro.
FACTORES SOCIALES
De acuerdo con Brian Wansink,
nutriólogo y experto en comportamiento alimentario, en su libro “Mindless
Eating”, al día se hacen más de 200 elecciones con respecto a los alimentos de
manera automática. Normalmente la consecuencia de ello es que las personas coman
más de lo normal y por ende sufran aumento de peso.
Uno de los factores sociales que
influyen en el consumo de alimentos es la compañía. Según Wansink el comer en
compañía aumenta considerablemente la cantidad de lo que se consume a
diferencia de comer solo. Además de la compañía, el ser humano tiende a imitar
a los demás en cuanto a los alimentos que prueba, por lo que otras personas
influyen o pueden influir en los hábitos alimenticios que tenemos.
FACTORES PSICOLÓGICOS
Sin lugar a dudas, los factores
psicológicos a los que se enfrenta el ser humano influyen directamente en la
forma de alimentación, así como de los productos que consume de acuerdo a su
estado de ánimo. Nerviosismo, ansiedad, depresión, estrés, tensión, tristeza o
alegría, son estados de ánimo que cada persona canaliza de diferente manera.
Muchas veces el consumo de alimentos es la manera en la que algunos individuos
canalizan el desahogo o fuga de estas emociones, incrementando, como
consecuencia de ello, su peso.
Lo importante de analizar estos
factores es entender los hábitos del consumidor para poder brindar una oferta
de productos adecuada a sus necesidades y que responda a las diferentes
situaciones en las que se encuentre cada individuo.
Aunque, algunos comensales no
están interesados en temas referentes a la nutrición, un número creciente de
clientes demandan la oportunidad de seleccionar alimentos nutritivos dentro del
menú. Están buscando platillos y preparaciones que sean reducidas en calorías,
grasa, colesterol y sodio. A continuación, mostramos algunas recomendaciones,
que te ayudarán a cumplir con los deseos de comensales que cuidan su
alimentación:
• Existen dos maneras de crear
una comida nutritiva: planeación de menú con base en los grupos de alimentos y
con base en requerimientos de nutrimentos:
Para los menús planeados en torno a grupos de
alimentos, éstos se clasifican de 5 a 7 grupos: frutas y verduras; carne, pollo
y pescado; grasas y aceites.
Un ejemplo claro de esta
modalidad es el concepto de “5 por día”
Para los menús enfocados en
cubrir los requerimientos de nutrimentos (menú basado en calorías, proteínas,
carbohidratos, vitaminas Y minerales), es importante conocer el grupo de edad
al que pertenece los comensales, para saber qué alimentos son los más
adecuados.
• Planear los menús con base en
porciones previamente calculadas para la comida o cena (valores aproximados):
- Verduras 150-200 gramos
- Pasta/arroz o papas 150-200
gramos.
- Ensalada 120-150 gramos
- Alimentos de Origen Animal (AOA)
100-150 gramos
- Pescado 150-200 gramos
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